"La crisis del clima es el más descarado y repulsivo resultado de un paradigma de desarrollo erróneo que se nos ha impuesto por las instituciones globales, los gobiernos del Norte y las compañías transnacionales con el consentimiento y la colaboración de nuestras élites locales y los apologistas de la economía neoliberal... Estamos en contra de los bonos de carbono como una solución falsa que permite a las compañías transnacionales y a los países ricos comprar el derecho a contaminar a expensas de las personas empobrecidas y sus países. Peor aún, los bonos de carbono han dado lugar a nuevas y despreciables herramientas para sacar provecho de la contaminación."