La deforestación, el tráfico de fauna silvestre la explotación ilegal de oro en ríos de la Amazonía por empresas chinas y el inicio de proyectos en áreas protegidas y territorios indígenas marcaron el año que termina. En el lado positivo, se sentó precedente con la primera sentencia contra traficantes de jaguares, los indígenas chimanes recuperaron parte de su territorio ancestral y el gobierno boliviano firmó el Acuerdo de Escazú.