El optimismo del gobierno federal ante la liberalización comercial de maíz, frijol, azúcar y leche en polvo, a partir del primer día de enero de 2008, contrasta con la visión y vivencia de organizaciones sociales y campesinas que se oponen a que se cumpla lo pactado en el TLCAN. Durante años esos grupos han exigido la renegociación de su capítulo agrícola, sin que el gobierno en turno haya atendido la urgencia de la petición
México: agricultores nacionales no están en condiciones de competir con los de EU