El pueblo Nanti, población originaria en situación de aislamiento y contacto inicial, localizado entre los departamentos de Madre de Dios y Cusco, lleva siglos sufriendo la explotación y las epidemias de los hombres de fuera como también la indiferencia de un Estado, que más se preocupa por aumentar la cifra del PBI nacional con el megaproyecto Camisea.