Declaramos la autonomía de nuestras comunidades para seguir ejerciendo, como siempre lo hemos hecho, la medicina propia, sin restricciones o prohibiciones del estado y de las empresas farmacéuticas. Como hombres y mujeres que practicamos la medicina popular o nos beneficiamos de ella, también reivindicamos y hacemos efectivo el derecho a ejercer y a utilizar la medicina tradicional o cualquier práctica médica ajena al mercado neoliberal