El libro analiza la matanza de miembros del pueblo Taromenane, pueblo en aislamiento voluntario que vive en el Yasuní, el 29 de marzo de 2013. Esta investigación demuestra, no sólo la existencia de pueblos en aislamiento voluntario en el Yasuní, sino la omisión de las autoridades gubernamentales por protegerlos, más aún, el riesgo eminente de desaparición a la que se ven expuestos por la decisión gubernamental de explotar petróleo en esta zona.