"A pesar de toda la discursividad sobre sostenibilidad y buenas prácticas, hoy por hoy, está bajo los ojos vigilantes de las comunidades nativas quienes soportan toda la contaminación que esta empresa no quiere remediar en el ex Lote 1AB. Comunidades que han denunciado constantemente la violencia oculta detrás de su discurso ambientalmente sensato, y que se encuentran expectantes de la respuesta del Estado frente a planes de abandono presentados por la empresa, los cuales incumplen con los objetivos de proteger la vida y el territorio de dicha población."