La década del 90 fue el inicio de la total devastación del poco territorio que dejaron para los pueblos indígenas, debido a las “Reformas Estructurales de Primera Generación” que se dictaba desde el Consenso de Washington del año 1989 mediante el cual se exigía a los países dependientes de EE. UU. A modificar las legislaciones nacionales para favorecer a las transnacionales