Las preguntas para pensar, cuestionar e intentar comprender el modelo de producción y consumo actual y su profunda crisis son, frente a cualquier industria o sector, ¿qué se hace y cómo? ¿Quiénes lo hacen, cómo se comercializa y para quién? ¿Qué, quién, cómo, dónde, por qué? La construcción de las soberanías independiza la mente de la mercantilización de los Derechos Humanos, de las construcciones sociales. En este presente distópico, se compra el acceso a un ambiente sano, se compra el acceso al agua, a la alimentación adecuada, derechos constitucionales administrados por las vicisitudes del mercado.