“Nosotros llegamos cuando todo era montaña virgen, llegamos a explotar esas montañas, a abrir, a formar nuestro nivel de vida, porque la mayor parte de nosotros veníamos de una situación en Cajibío y Balboa muy crítica por la guerra. Entonces se llegó buscando una oportunidad de vida”, narra Mildred Campo, líder campesina del corregimiento de La Gallera, dentro de esta área protegida.