Se entierra el ALCA; sepultemos sus clones: los tratados bilaterales o normas internas que apuntalan la agobiadora Deuda Externa, el “trato nacional” y la inmunidad tributaria para las inversiones extranjeras, la progresiva “flexibilización” laboral, el sometimiento de nuestras Repúblicas a tribunales extranjeros, los intentos de privatizar los servicios públicos y el agua; la propiedad intelectual mediante patentes sobre biodiversidad, saberes tradicionales y organismos vivos. No nos restará paz hasta que no demos paz a sus restos