Las mujeres campesinas son defensoras de los derechos humanos y en Brasil arrancaron derechos para toda la clase trabajadora. En las raíces de la formación socio-histórica de Brasil, el campesinado siembra resistencia, cosecha derechos, pero también las diversas formas de violencia sembradas por el Estado aliado al capital.
“Prefiero morir en la lucha que morirme de hambre”, Margarida Alves