La reciente decisión del Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados (JEM) de Paraguay de procesar a los jueces Emiliano Rolón y Arnaldo Martínez Prieto – por haber revocado la sentencia de los 11 campesinos condenados por la masacre de Curuguaty – vuelve a movilizar al país vecino contra la vergonzosa manipulación del poder judicial por los grandes terratenientes.