La apuesta corporativa frente a la actual crisis energética es utilizar el hidrógeno en un amplio rango de usos, desde calor industrial y residencial hasta movilidad. Actualmente, más del 90% de las casi 90 millones de toneladas de hidrógeno que se producen anualmente en el mundo se obtienen a partir del gas natural sin captura del CO2 emitido (hidrógeno gris), y prácticamente todo se destina a la producción de fertilizantes, refinación del petróleo y otros usos industriales.