Mientras la Concertación y la Alianza debaten sobre un proyecto de ley que pretende reconocer constitucionalmente a los pueblos indígenas del país, al interior de la cárcel de Angol existe un grupo de cinco mapuches que están llevando a cabo un reclamo concreto. Desde el pasado 10 de octubre, José Huenchunao, Jaime Marileo, Héctor Llaitul, José Millalén y Patricia Troncoso, iniciaron una huelga de hambre de caracter indefinido en pos de dos objetivos: "libertad inmediata de todos los presos politicos mapuches" y "el fin de la militarización de las comunidades en conflicto". Diferencias que muestran en parte la distancia existente entre el estado y el sector catalogado como "más radical" del movimiento mapuche