El calentamiento del sistema climático es inequívoco. La actividad humana es la causa fundamental de crecientes alteraciones al delicado equilibrio climático planetario, principalmente a través del consumo de combustibles fósiles, la destrucción de bosques y la agricultura. Lo difícil de aceptar es que sus consecuencias sean tan devastadoras que amenacen tanto la sobrevivencia de la humanidad misma, como la estabilidad de los sistemas naturales que conocemos.