El desarrollo de la hidroelectricidad en Chile se remonta a 1897, con la construcción de la primera central en Chivilingo (Biobío), para iluminar minas de carbón. Hoy existen más de 70 pequeñas y medianas centrales hidroeléctricas, y 38 centrales de pasada y represas de mayor envergadura, de más de 40 y hasta 690 MW de potencia. El conjunto ha degradado y fragmentado en forma significativa los cortos ríos del centro-sur del país.