Son malos tiempos para vivir en el océano. El CO2 emitido por las actividades humanas está alterando la acidez del agua a un ritmo cien veces más rápido que cualquier cambio natural registrado en los últimos millones de años, según advierten 155 científicos de 26 países en la declaración de Mónaco
La creciente acidez de los océanos amenaza la biodiversidad marina