"La salida está en la reconstrucción de la relación entre los seres humanos y la naturaleza, donde la vida, el buen vivir colectivo y los tiempos ecológicos guíen a naciones y pueblos, no la codicia, el lucro y la propiedad privada. Es una salida a partir de la producción agroecológica de alimentos, la democratización del acceso a la tierra a partir de la reforma agraria, el cuidado de los bienes comunes como el agua, la biodiversidad y la tierra, y la transición hacia una matriz energética que responda a las necesidades reales de la clase trabajadora con la justicia social y ambiental, de superación del patriarcado y el racismo".