Las centrales hidroeléctricas son las responsables de generar un 27% de la electricidad consumida en Argentina. A partir de 1993, 19 de ellas, responsables de casi 6 mil megawatts de potencia, fueron concesionadas a distintas sociedades anónimas integradas por grandes corporaciones nacionales y transnacionales. Lo paradójico de la situación tiene que ver con el hecho de que el financiamiento de la construcción de casi la totalidad de las mismas fue sostenido por arcas estales, pero su renta fue íntegramente usufructuada por privados.