"La decisión del gobierno brasileño de legalizar la comercialización del maíz genéticamente modificado de Monsanto, YieldGard®, en febrero, fue el más reciente asalto para Brasil por parte de la industria de la biotecnología agrícola. La aprobación llegó apenas meses después de que el activista de derechos sobre la tierra, Valmir Mota de Oliveira, fuera derribado a punta de pistola por una milicia armada en el lugar experimental Sygenta Seeds para semillas de soja GM en el estado de Paraná durante el octubre pasado. Mientras que la demanda global (y especulación financiera) por los biocombustibles de Brasil aumenta, Big Biotech está determinada a pelearse por el botín—a como dé lugar."