La reducción de la vegetación nativa en esa región de la provincia durante la última década se ubica entre las más altas del mundo y es consecuencia, principalmente, del avance de la agricultura intensiva a gran escala. Investigadores del Instituto Multidisciplinario de Biología Vegetal (Imbiv) cuantificaron la cantidad de carbono que secuestran esos bosques y cuánto afecta a esa capacidad el cambio de uso del suelo.