Se suman a los reclamos por los negativos impactos sociales, económicos y ambientales de las represas de Salto Grande, Yacyretá e Itaipú. Alteración del microclima, pérdida de biodiversidad, proliferación de mosquitos y parásitos, destrucción de la pesca, y aumento de la pobreza y desocupación, enfermedades y conflictos sociales, son algunas consecuencias de las represas en la región.