"Fue tal vez la acción conciente de depositar en la tierra una semilla, la primera innovación que conoció la agricultura. Paso a pa-so, en un proceso constante de experimentación y observación, los descubrimientos e innovaciones permitieron a los seres hu-manos desarrollar la producción de alimentos, tanto de origen vegetal como animal. Conservar las semillas, protegerlas de daños, plagas, amenazas ambientales, guerras, constituye una de las grandes proezas de la humanidad que aun hoy resulta imprescindible para su existencia."