Las empresas multinacionales de la distribución comercial han crecido no sólo en tamaño sino también en influencia económica, social y política, y son uno de los promotores y máximos exponentes del proceso de globalización, basado en un modelo de producción económica y social en el que la creación y concentración de la riqueza son máximos. La concentración de la actividad comercial en grandes superficies, ubicadas generalmente en las periferias urbanas, despliega unos efectos de gran trascendencia socioeconómica