"El campo mexicano y sus diversos actores sociales (campesinos, pueblos indígenas, pequeños propietarios, entre otros) viven una severa crisis económica de carácter histórico-estructural. Las causas de este estado de cosas se han acumulado y acentuado por más de un cuarto de siglo y están relacionadas de manera directa con la acción y programas de los regímenes neoliberales del Estado mexicano."