La hortaliza familiar tipo mandala, al mando de Higinia y de la familia Barrera Guzmán, es un refugio de saberes e intercambios por mujeres que siembran soberanía alimentaria, que es sostenido por la noción, crianza y cuidados, que rompen con la idea de los emprendimientos, pues en su huerta no solo se comparten semillas locales, también emociones, apegos y proyectos de autogestión juntas, haciendo frente a las amenazas externas que ha impuesto el modelo corporativista del centro urbano Santa Fe a la dinámica medio ambiental de su territorio. Vicky nos enseña que el alimento es un nutriente cultural de vida y autonomía.