Con la urgente necesidad del sistema financiero de crear más fuentes de renta (divisas), es posible decir que la “nueva casa de la moneda”. La naturaleza pasa a ser vista como proveedora de servicios ambientales sujetos a precios. Contraria a esta tendencia de monetarizar la naturaleza hay resistencias y una manifestación de ello sucederá del 24 al 27 de agosto, en Belém do Pará, Brasil.