Los sucesos que han ocurrido desde 1999 tanto en el ámbito de la ciencia como en otros ámbitos, han confirmado nuestros temores acerca de la falta de seguridad de la ingeniería genética, sobre los cultivos transgénicos y la seguridad alimentaria. Al mismo tiempo, los buenos resultados y las ventajas de las diferentes formas de agricultura sustentable resultan innegables