“Quién controla las semillas, controla la alimentación”, refiere en su comienzo el informe que la organización ambientalista Greenpeace dio a conocer esta semana. Desde la ONG, argumentan que existe un proyecto de ley, que avanza en ese sentido, y que fue gestado por grandes empresas de cultivos transgénicos y agrotóxicos y fundaciones financiadas por las mismas empresas.