La implementación de las actuales prácticas agrícolas impacta negativamente en el grado de soberanía y seguridad alimentaria, base fundamental de la organización de los pueblos de todo el mundo. Para comenzar debemos definir ambos términos; entendemos a la soberanía alimentaria como el derecho que poseen los pueblos, países o Estados a definir su política agraria y alimentaria; y a la seguridad alimentaria como el acceso en todo momento (ya sea físico, social y económico) a alimentos suficientes, seguros y nutritivos para cubrir sus necesidades, según las preferencias culturales, para una vida sana y activa.