El concepto de soberanía alimentaria ha sido introducido en el debate político internacional por movimientos campesinos, originarios y de la agricultura familiar de todo el mundo, en el marco de las discusiones globales sobre el problema del hambre. Es un debate de enorme performatividad política, pues implica un cuestionamiento a las formas hegemónicas de entender el acceso a la tierra, el trabajo, los bienes comunes, la producción y el derecho a la alimentación.