"Los largos tiempos de encierro nos enseñaron a mirar nuevamente al campo y a la parcela pero también a poner en práctica conocimientos propios o compartidos a través del trueque de saberes, estrategias para poder conservar los alimentos a través de conservas con productos locales como chiles, nopales, mermeladas, frutas deshidratadas, jugos naturales y la fermentación de bebidas. Todo esto es y ha sido la resiliencia comunitaria".