"A pesar de tener aspectos positivos, la GFC lamenta el carácter contradictorio de estas recomendaciones, ya que no abordan de forma adecuada el impacto de la producción ganadera sobre el cambio climático o los derechos humanos. 'Las recomendaciones del CSA no añaden nada a los compromisos sobre cambio climático existentes, lo cuales piden una transformación radical en todos los sectores, especialmente en el sector ganadero'."