Nuestra situación contemporánea encuentra a Sudamérica, y particularmente al área del altiplano que comparten Argentina, Bolivia y Chile, con el 68% de las reservas de litio en salares, la de más fácil y rentable extracción. La existencia de la materia prima ha despertado la avidez de las grandes corporaciones globales dedicadas a la minería, a la industria automotriz, al comercio químico, a las tecnologías de frontera, para lograr una presencia decisiva en el control y el acceso a las reservas litíferas.