"Mamacita querida, hoy quiero saludarte y decirte cuánto siento por ti. Mi corazón duele al sentir lo que te va a pasar con la destrucción minera a la vida. La mantención se acabará. Tus ojos son las vertientes de agua, así como las minas son tus pulmones, sin ellos no puedes vivir, y si tú no vives, nosotros también moriremos."