Fernando Queirós

Nuevos paradigmas

Es necesario arrancar el velo de la mentira: lejos estamos del Uruguay natural. El país se encuentra a esta altura en un proceso de extranjerización y de degradación socio-ambiental progresivo, fruto, esencialmente, de la falta de voluntad política para implementar un modelo agroeocológico incluyente y participativo, con bases en una visión diferente del uso y conservación sostenible de los distintos bienes y servicios de nuestro ambiente.

La imperiosa necesidad de un nuevo paradigma

Agronegocio

La globalización capitalista amenaza con poner fin a la agricultura familiar, ya aniquiló el comercio de proximidad, dañando gravemente las economías locales, deslocalizó la producción de alimentos y promovió una agricultura y una ganadería industriales, intensivas, con base en el uso de agrotóxicos, semillas transgénicas, fertilizantes químicos y productos veterinarios.

Uruguay: muchas preguntas y pocas respuestas

Agroecología

"Para realmente tener un verdadero ordenamiento territorial sustentable, se requiere un trabajo conjunto, para garantizar un camino que nos conduzca a lograr: la soberanía alimentaria a través de sistemas de producción local con base agroecológica, la diversidad y no los monocultivos, la descentralización y no la concentración, permitiendo el acceso al agua, a las semillas, a la tierra y al uso de energías renovables diversas".

Uruguay: el cambio hacia la agroecología es una opción de supervivencia

Los transgénicos están en nuestros campos, en nuestra mesa, en los combustibles para automóviles y maquinaria agrícola, en cualquier supermercado. Ningún organismo estatal advierte sobre esta contaminación genética invisible e irreversible, de imprevisibles efectos, impuesta sin la necesaria reflexión y debate en una materia trascendental para la supervivencia humana como es la alimentación y la salud ecosistémica

Uruguay: impactos de casi una década de cultivos transgénicos