En los últimos años, los EEUU, Europa y otras potencias industrializadas han intensificado sus esfuerzos para firmar TLCs y tratados bilaterales de inversión. Ofrecen a las empresas transnacionales derechos amplios, nuevos, jurídicamente exigibles, en mercados extranjeros. Numerosas luchas populares contra los TLC y los tratados bilaterales de inversión se han mantenido aisladas unas de otras, como resultado directo de la lógica del “divide y reinarás” del bilateralismo. FTA Watch, una coalición informal que encabeza la lucha en Tailandia, sintió que era imprescindible quebrar esa lógica y compartir experiencias con movimientos anti-TLC de otros países