A pesar del fuerte proceso de erosión genética al que se ven sometidos los sistemas de cultivo, aún contamos con variedades de hortalizas tradicionales conservadas tanto "in situ" como en bancos de germoplasma. La conservación en estos bancos no garantiza la accesibilidad al patrimonio genético, es muy complicado obtener una muestra, ya sea por dificultades burocráticas, como por lejanía física, y aún más difícil es conseguir la información relativa a ellas. Esta situación estimula aún más la tarea que queremos emprender, centrada en la divulgación, la colaboración ciudadana y la conservación por parte de los agricultores