“La soberanía alimentaria comprende la interrelación entre varios elementos, como la producción, las semillas, tierra, aire, agua, biodiversidad e incluso la cosmovisión que va muy ligada a la siembra en base a calendarios lunares. Pero en Guatemala por el modelo económico del país no hay cabida para hablar de soberanía alimentaria, la industria de alimentos se impone con el control del mercado y también tiene influencia en la legislación, una visión empresarial sobre el tema de alimentos para lucrar y no como un derecho humano, propio e inalienable”, indica David Paredes, facilitador de incidencia de la Red Nacional por la Soberanía Alimentaria (Red SAG).