Nadie en su sano juicio podría negar la urgencia de cuidar los recursos naturales de nuestro planeta y la relevancia de las iniciativas que contribuyan a ese fin, en ello está en juego el futuro de la humanidad; pero es una falta de juicio, ética y responsabilidad por parte de funcionarios públicos y supuestos ambientalistas ignorar la dimensión social. Donde ellos sólo ven agua, pájaros y árboles, también hay individuos y col ectividades con historia propia, alma y corazón. Es un atropello y una falta de respeto ignorar impunemente a las personas con el discurso de cuidar a la madre naturaleza como un fin en sí mismo