"Y la resistencia que han emprendido mujeres y hombres de Zacatepec, Cuanalá, Ometoxtla y Nextetelco, todas ellas comunidades que cruza el río Metlapanapa, muestra los alcances de la organización y su articulación con otras luchas no sólo para frenar este modelo, sino también para demostrar que hay otras maneras de vivir, y una de ellas es la de “ser pueblo”, seguir cuidando el río porque no se trata tan sólo de un torrente y litros o metros cúbicos de agua, sino del equilibrio de toda la región".