El 12 de marzo, el primer ministro de Haití, Ariel Henry, presentó su renuncia en medio de la creciente violencia en el país. Antes de su anuncio, la Comunidad y Mercado Común del Caribe (CARICOM) se reunió a puerta cerrada para elaborar un plan de transición, que incluye la creación de un consejo presidencial y el nombramiento de un primer ministro interino. En paralelo, Estados Unidos respaldó otra intervención extranjera, prometiendo $100 millones para el despliegue de una fuerza multinacional de las Naciones Unidas en Haití.