Guatemala vive una crisis de larga duración, a pesar de la firma de los Acuerdos de Paz a finales de 1996. Los acuerdos suscritos entre gobierno y el movimiento revolucionario no llegaron a trastocar las estructuras como: la tenencia de la tierra, el racismo y la falta de democracia, elementos que dieron origen al conflicto interno que dejó más de 200 mil muertos y 100 mil desaparecidos.