Salta, en el extremo noroeste de Argentina, tiene el triste mérito de haber sido la provincia donde, entre el 2002 y 2006, avanzaron con mayor velocidad los desmontes para la ampliación de la frontera agropecuaria. Según la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación, en ese periodo desaparecieron 414,934 Ha de bosques, 113.4% más respecto del periodo 1998-2002.