Hace unos días el Senado dio visto bueno al dictamen de la Ley Federal para el Fomento y la Protección del Maíz Nativo. En lo sustancial, el proyecto reconoce la importancia del maíz en la dieta, la economía y las relaciones bioculturales de los mexicanos. En contraste con las políticas que abandonaron el campo y que favorecieron un modelo agrícola desigual e incompatible con la salubridad ambiental, se propone deshacer el daño ocasionado a la herencia cultural y soberanía alimentaria, fomentando el desarrollo sustentable del maíz nativo, su productividad, competitividad y biodiversidad.