"La inserción de genes acelera enormemente el ritmo de la evolución biológica; de los millones de años que la Naturaleza requiere para probar nuevos 'productos', al ritmo frenético del informe de beneficios del próximo trimestre. Este apuro hace que sea imposible prever y prevenir: los errores se hacen perceptibles sólo después de que han iniciado su propia vida, difundiéndose y reproduciéndose fuera de todo control"