La sequía de este año nos enseñó, de la peor manera, que el agua es nuestro principal recurso natural, al que debemos proteger a nivel social y legislativo por obligación vital, por simple y llana supervivencia de nuestro pueblo.
Del casi millón y medio de indígenas que existen hoy en Colombia, 950.000 están asentados en resguardos. Los demás no tienen tierra. Y no pareciera haber una disposición estatal para solucionar aquello