Las hidroeléctricas analizadas fueron priorizadas por la severidad de sus potenciales impactos sociales y ambientales, calificados mediante criterios como su estado de ejecución, la capacidad de producción energética planeada, el total del área inundada, la extensión de la superficie agrícola afectada, y el ratio entre el área inundada y la capacidad de producción energética. En base a estos criterios se priorizaron las centrales hidroeléctricas de Río Grande, Chadín 2, Veracruz, Rentema y Manseriche.