"Denunciamos que se han agudizado de una manera inaceptable las agresiones en nuestra contra por parte de supuestos pequeños propietarios, ejidatarios y funcionarios gubernamentales. Realizan compras y ventas sobre los terrenos de la comunidad, impiden el uso y disfrute de nuestros recursos con los que ellos lucran y pretenden criminalizar hasta el uso de la tierra para construir, nos agreden con armas de fuego y constantemente inventan delitos en contra de los comuneros que hemos estado defendiendo el territorio."